La identidad de los adolescentes se construye hoy en torno al uso de las tecnologías. Así lo sostiene un estudio realizado por el sociólogo alemán Claus Tully. La tesis central de su estudio es que la generación de jóvenes actuales está signada por la forma de vincularse con la tecnología, una entidad presente en todos los aspectos de sus vidas y a través de la cual despliegan todos sus vínculos sociales y sus relaciones.
Celulares, correo electrónico, reproductores de MP3, iPods, cámaras de fotos digitales, pen drives, computadoras portátiles, televisores de plasma, DVD, programas de mensajería instantánea, chat, videos… Según la investigación, todos estos dispositivos son los que están marcando a fuego a los nuevos jóvenes.
El trabajo de Tully, que se acaba de publicar en la Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, subraya que los nuevos jóvenes y las nuevas generaciones se diferencian entre sí esencialmente por el uso que hacen de todos los aparatos tecnológicos que tienen al alcance de su mano y por las vivencias comunicadas a través de la técnica.Uno de los aspectos relevantes del estudio es el que indica que el dominio que se puede hacer de estos aparatos y el hecho de aprender a usarlos y poseerlos, cumple hoy una función de inclusión social. “Quien no posea un artefacto puede perder en el corto plazo los vínculos con el grupo de amigos, y a largo plazo, los vínculos con el mercado de trabajo”, señala el experto.
Este aspecto es preocupante en tanto y en cuanto resalta la posibilidad de pérdida del anclaje social y aislamiento por parte de los chicos inmersos en el mundo de las posibilidades técnicas.Y así lo señala el autor del estudio: “Los espacios virtuales, no importa si son requeridos para el juego o para el aprendizaje, hacen que el entorno inmediato de experiencias quede desplazado y olvidado”.Por eso, dice, es importante que los jóvenes tengan a diario una vivencia fuerte del ámbito familiar. De esa manera, podrán después volcar esos significados al uso de la tecnología.
Este aspecto es preocupante en tanto y en cuanto resalta la posibilidad de pérdida del anclaje social y aislamiento por parte de los chicos inmersos en el mundo de las posibilidades técnicas.Y así lo señala el autor del estudio: “Los espacios virtuales, no importa si son requeridos para el juego o para el aprendizaje, hacen que el entorno inmediato de experiencias quede desplazado y olvidado”.Por eso, dice, es importante que los jóvenes tengan a diario una vivencia fuerte del ámbito familiar. De esa manera, podrán después volcar esos significados al uso de la tecnología.
Es en este marco en que se presenta la necesidad de la presencia del adulto, también (y sobre todo) en el entorno educacional, que otorgue un sentido a estos artefactos ligado a un aprendizaje significativo, dentro de un contexto de valores positivos y de crecimiento intelectual y social.
Un adulto preparado en el uso de las tecnologías y con capacidad de reflexionar acerca del porqué y el para qué de su uso, sin caer en la negación ni en la fascinación tecnológica, puede ser la clave para permitirles a los jóvenes superar la idea de "estar conectados" hacia la de "estar comunicados".
Un disparador para reflexionar sobre este tema con los alumnos, se me ocurre que puede ser la publicidad de Movistar, "Gerardo" en donde se intenta mostrar, por oposición, lo que es "ser joven hoy" y qué papel juega la empresa publicitaria en esta construcción identitaria.
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