Sergio Caletti
Para LA NACION
Ni el oficialismo ni la oposición han sabido señalar qué poco automática puede ser la relación entre la sanción de la nueva ley de medios y la modificación sustantiva del escenario "massmediático". Ambos han jugado, con sentidos opuestos, al "mañana todo puede ser distinto", cuando en rigor varios aspectos lo hacen más que improbable.
En primer lugar, hay factores de tiempo hasta que la autoridad de aplicación se constituya (su propio reglamento incluido, a partir de lo cual comenzará a correr el año plazo de desinversión) y hasta que el proceso de concurso y de licitaciones que derive de la incorporación de las tecnologías se complete. Es muy probable que las elecciones presidenciales hayan quedado atrás. Pero no sólo eso. La transformación del universo "massmediático" requerirá que los grandes medios se inclinen por dejar la mentira lisa y llana a un lado, en honor al derecho ciudadano elemental a una información veraz. Y desafortunadamente, esa transformación no tiene plazos.
Quien haya seguido el debate no requiere más ejemplos para concluir que los grandes medios han transpuesto un límite ético como nunca antes en la Argentina, haciendo de la falacia, la distorsión, el sesgo y la agitación de fantasmas las constantes de su labor informativa.
Hay, en este sentido, un tenue rayo de esperanza. La historia enseña que, en ocasiones, hay fronteras de las que no se regresa. No es inverosímil pensar que en futuros sondeos de opinión, de esos que miden la credibilidad, la de los grandes medios haya quedado gravemente mellada. Los más inteligentes entre ellos deberán entonces enfrentar la inusual revolución de sus códigos profesionales, el regreso a deontologías abandonadas, y no porque los obligue la ley sino en defensa del propio negocio. De lo contrario, será muy difícil que puedan alguna vez volver a ser fiscales de nadie.
El autor es profesor titular de Facultad de Ciencias Sociales de la UBA
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1185621
martes, 13 de octubre de 2009
La discusión aún no terminó
Etiquetas: debates, Ley de radiodifusión
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario